"¡¿Otro portafolio?! ¿Para qué? Si no se lo van a leer..."
No sé si en otras facultades sucederá lo mismo, pero en Educación tienden a llovernos los portafolios. Que si didáctica de tal, que si didáctica de cual... y que no falten los famosos portafolios del Prácticum, más comúnmente conocidos como memorias de prácticas.
Pero, ¿cuál es el verdadero problema que conllevan estos cuadernos de trabajo? ¿Por qué no entendemos los portafolios como lo que realmente son, herramientas de autoaprendizaje y autonomía educativa?
Sencillamente, porque no los entendemos. Es así, de qué sirve engañarse. Pocos (¡por supuesto que hubo excepciones!) llegaron a explicarnos el trasfondo del asunto, la multitud de posibilidades escondidas, su verdadero fin y aplicación. En muchas ocasiones, tampoco lo buscamos nosotros, y en eso quedaron, en simples cuadernos de recogida de datos y, como diría María Acaso, herramientas de un proceso educativo bulímico sin apenas repercusión.
Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca en la Escuela de Magisterio de Zamora nos ofrece, con motivo de las Jornadas de Formación y Reflexión del Prácticum II, un curioso relatograma, acompañado de la siguiente propuesta de reflexión: "El portafolio como carrera y el alumno de prácticas como liebre o tortuga". Una genial oportunidad para volver a cuestionarnos todo aquello que definíamos como perdido.
Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca en la Escuela de Magisterio de Zamora nos ofrece, con motivo de las Jornadas de Formación y Reflexión del Prácticum II, un curioso relatograma, acompañado de la siguiente propuesta de reflexión: "El portafolio como carrera y el alumno de prácticas como liebre o tortuga". Una genial oportunidad para volver a cuestionarnos todo aquello que definíamos como perdido.
Relatograma. Autor: Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca, Escuela de Magisterio de Zamora. |
El diseño, como habréis podido observar, tiene como centro la escuela, "espacio de experiencias y reflexiones teóricas y prácticas", eje básico de todo Prácticum. Una escuela en la que pedagogía y didáctica cobran su verdadera expresión y en la que, además, se buscan el placer, el compromiso y el trabajo de las competencias, tanto de profesores como de alumnos en mi opinión.
Es en esta experiencia escolar en la que se basa el portafolio cuyo sentido nos ocupa. Portafolio que, como ya adelantaba, tendemos a relacionar con "aburrimiento" y "pesadez". Portafolio que solemos hacer a la carrera, salvando el paso, buscando tan solo llegar al final. Un poco como la veloz liebre del célebre cuento infantil de Disney. Opuesta a ella, en la imagen, se encuentra la lenta y paciente tortuga quien, pasito a pasito, llegó primera a la meta, sin prisa pero sin pausa, con constancia y dedicación. Miguel Elías establece en su relatograma una estrecha relación entre la lentitud de la tortuga y su capacidad de observación, una lentitud no siempre apreciada en el mundo en el que vivimos pero que, sin embargo, aporta ciertas ventajas a quienes saben emplearla con atención.
Seamos un poco tortugas en este mundo de liebres, aprendamos a abrir los ojos, a reflexionar, a mirar a nuestro alrededor. Y es que en ocasiones, no llega antes quien más rápido camina, sino quien camina con el corazón.
¡Bravo! :D
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